¿Amor o instinto? Razones por las que nos gustan los besos

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Lejos del romance y el enamoramiento, los besos son más que una demostración de afecto o cariño entre dos personas.

Según varios estudios, durante este proceso se intercambian unas 1.000 millones de bacterias de 300 especies distintas. En algunos casos muchas pueden generar virus en el sistema respiratorio.

A pesar de las bacterias, salivas y compuestos orgánicos que se intercambian, los besos deben tener beneficios, la prueba de ello es que se siguen poniendo en práctica y para nada tratan de ser evitados en las relaciones. Todo lo contrario, son necesarios.

Aunque la pregunta ha intentado obtener respuestas a través de diversos estudios, aún no se sabe con claridad qué los provoca. Aquí dejamos algunas dudas más sobre esta demostración de afecto.

¿Los besos se dan por instinto?

No hay una respuesta concreta al respecto, sin embargo, los estudios realizados sugieren que en gran cantidad de culturas en el mundo esta práctica no se realiza por amor.

Es decir, que gran parte los besos se dan por una cuestión cultural y social del entorno donde se creció.

¿De donde surgieron?

Si bien no en todas las culturas se lleva a cabo esta práctica, sí se realizan algunos comportamientos parecidos.

Su origen es una consecuencia de la costumbre de pasar alimentos de la boca de la madre a la de su hijo. En algunas especies de animales se realiza esta práctica para cortejar.

¿Para qué sirve besarse?

Lo más lógico sería pensar que las cantidad de sensaciones que produce dar un beso son prueba de los beneficios que recibe el organismo.

Más allá de esto, hay informes que afirman que los besos son útiles para aliviar el estrés y hasta los niveles del colesterol.

Según detalla un artículo en la revista del Smithsonian, los besos son una forma de tantear una posible pareja de reproducción. Es decir, la saliva contiene elementos que ayudan a comprobar si un individuo es, o no, el adecuado.

¿Cuál es la explicación científica?

Durante el contacto con otros labios una persona activa gran cantidad de reacciones y sustancias que originan una sensación de alegría y comodidad.

Algunas de las sustancias que se activan con los besos son la dopamina, que incita zonas del cerebro que dejan un sentimiento de euforia y adicción, y la oxitocina, que es la misma hormona que se produce en el parto y en la lactancia y que aumenta el sentimiento de afecto.

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