Los 43 de Ayotzinapa: una impactante masacre que no recibió la justicia que merecía. Historia completa y últimas revelaciones

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Los familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa claman por justicia para el caso del asesinato de estos jóvenes. Los 43 de Ayotzinapa salieron de sus hogares por última vez el 26 de septiembre de 2014, sin imaginar que no regresarían jamás.

Antecedentes sobre el caso de los 43 de Ayotzinapa

Los antecedentes del caso Ayotzinapa empiezan con la resistencia de algunos estudiantes a que el Estado mexicano terminara con las escuelas normales rurales fundadas en los años 20, que eran las que se encargaban de formar a profesores rurales con ideales socialistas. Este movimiento de protesta dio origen a la fundación de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) en 1935, la cual aún está vigente en ciertas instituciones.

Con el paso de los años, se fueron generando diferentes conflictos sociales, para evitar que las escuelas rurales fueran excluidas del sistema educativo. Se conoció que, en el año 2011, un grupo de policías y militares desalojaron la Autopista del Sol Chilpancingo, debido a que estudiantes de la universidad rural de Ayotzinapa, protestaban en la vía pública porque el gobierno nacional no atendía sus demandas. Los jóvenes pedían incrementar el presupuesto para los comedores y subir las plazas de 140 a 170, entre otros aspectos.

Esa protesta terminó con un saldo de 3 estudiantes fallecidos y otros heridos. La policía detonó armas de fuego durante 30 minutos desde varios lados de la autopista, para dispersar la manifestación. Se dice que los cuerpos de seguridad emplearon fusiles de asalto tipo AK-47, AR-15 y Heckler & Coch G36. Luego, en 2012, se llevaron a cabo otras protestas y conflictos en Michoacán que terminaron con 176 estudiantes detenidos, quienes fueron enviados a un reclusorio tras haber sido acusado de varios delitos.

Hay que destacar que, a pesar de que los estudiantes emprendieron resistencia para evitar el cierre de las escuelas rurales, en 2014, se habían cerrado 30 de las 46 existentes. En ese mismo año es que se presenta el caso de los 43 de Ayotzinapa, estudiantes de una escuela de formación docente de esa ciudad, que se caracterizaban por su activismo político de izquierda y por participar en protestas.

Estos jóvenes planearon un viaje a un pueblo cercano a Ayotzinapa para manifestar en rechazo a lo que consideraban como acciones discriminatorias en el tema de la contratación de profesores y para conmemorar el aniversario de la Masacre de Tlatelolco de 1968, suceso en el que muchos estudiantes fueron asesinados por los cuerpos de seguridad de la capital mexicana.

Para llevar a cabo el plan, la idea de uno de los miembros del grupo fue tomar varios autobuses para poder viajar en ellos. Esta persona les aseguró a los demás compañeros, que convencería a los choferes para que les facilitaran el transporte en lugar de obligarlos y tomar otras medidas violentas. Sin embargo, la situación se salió de las manos de los estudiantes y lo que ellos pensaban que iba a ser una protesta para defender sus ideales, se convirtió en un asesinato masivo.

Ayotzinapa 43: primer ataque contra los normalistas

La noche del 26 de septiembre de 2014 los normalistas llegaron a la central de autobuses de Iguala, en busca de más transportes para su viaje a la Ciudad de México. Una vez que llegaron a un acuerdo con los conductores para tomar sus autobuses, 4 vehículos salieron en caravana por las calles con dirección al norte. 

Casualmente, esa noche, María de los Ángeles Pineda, la esposa del alcalde de la ciudad, estaba celebrando en evento político hacia la zona periférica de Iguala. Los autobuses de los estudiantes pasarían a una cuadra del lugar, pero antes de llegar allí fueron interceptados por una camioneta de la policía que les bloqueó el paso en la esquina de las calles Juan N. Álvarez y Periférico Norte.

Eran las 9:30 de la noche, cuando los normalistas bajaron de los autobuses para quitar la camioneta del camino, empujándola. Pero entonces se produjo un enfrentamiento físico entre los jóvenes y los funcionarios, en ese instante, los uniformados abrieron fuego hiriendo a de gravedad a Aldo Gutiérrez Solano y matando a Daniel Solís Gallardo.

El tiroteo hizo que los estudiantes huyeran para refugiarse, unos quedaron entre los autobuses y otros corrieron por las cercanías. Tras lo sucedido, los funcionarios policiales se llevaron bajo arresto a los jóvenes que no habían bajado de los vehículos, la mayoría de ellos estaban en el último de la fila, perteneciente a la compañía Estrella de Oro e identificado con el número 1568.

Mientras eran atacados, algunos de los normalistas se comunicaron vía telefónica con sus compañeros que seguían en Ayotzinapa y les informaron sobre la situación. Luego de esto, otro grupo de estudiantes salió rumbo a Iguala, para socorrer a sus amigos.

De los 4 autobuses que salieron de la terminal de Iguala, uno tomó otra ruta y no fue interceptado en la calle Juan N. Álvarez. Los jóvenes que iban en este transporte también recibieron una llamada de auxilio de parte de sus compañeros atacados, pero cuando trataron de llegar hasta el lugar de los hechos, fueron detenidos por las autoridades, quienes los obligaron a bajar de la unidad, amenazándolos con armas de fuego. Una vez que el autobús fue desalojado, los dejaron huir.

Segundo ataque a los 43 estudiantes de Ayotzinapa

El segundo grupo de estudiantes llegó al punto del suceso a las 11:00 de la noche, y consiguió a algunos compañeros que no fueron detenidos por la policía. Entre esos jóvenes se hallaban los que habían sido bajados de cuarto bus. Alumnos y profesores comenzaron a revisar a zona para conseguir a más compañeros que se resguardaron tras el enfrentamiento armado.

En ese momento, empezaron a dar declaraciones ante los medios de comunicación, que se encontraban en el sitio cubriendo los hechos, para denunciar el ataque les habían hecho a sus compañeros. Justo a la media noche, los chicos fueron agredidos nuevamente por los cuerpos de seguridad, quienes empezaron a disparar en contra de ellos.

En ese enfrentamiento falleció Julio César Mondragón Fuentes y Julio César Ramírez Nava. El resto del grupo de los normalistas de Ayotzinapa logró escapar de la balacera, refugiándose en cerros y azoteas de las viviendas de Iguala.

Por otra parte, hay que señalar que, a la salida de Iguala, justo en la autopista a Chilpancingo, unos policías dispararon contra un autobús porque pensaban que también trasportaba a los normalistas en Ayotzinapa. Lo que no imaginaron era que los pasajeros eran los jugadores del equipo de fútbol Avispones de Chilpancingo y que evidentemente no estaban involucrados con las protestas.

Avispones de Chilpancingo fue a Iguala a un partido como equipo visitante y se encontraba de regreso a Chilpancingo cuando fueron atacados por los cuerpos de seguridad. En el hecho murió uno de los jugadores, el chofer del autobús y una mujer que se traslada en un taxi por la zona y fue interceptada por las ráfagas de los disparos. El director técnico de los Avispones resultó herido de gravedad.

Caso de Ayotzinapa: primeras investigaciones

Durante la mañana del 27 de septiembre de 2014, se reportó por primera vez la desaparición de 57 estudiantes de la Escuela Nacional Rural de Ayotzinapa. Según los informes, los jóvenes habían sido secuestrados por la policía municipal de Iguala. Tres días más tarde, la cifra de desaparecidos bajó a 43, luego de que se supiera que 14 se hallaban a salvo en sus hogares, habían sido incluidos en la lista por error.

Ese 30 de septiembre, José Luis Abarca, el alcalde de la ciudad, fue señalado como el actor intelectual de los ataques, pero él lo negó todo y aseguró que no había ordenado a las fuerzas policiales arremeter contra los jóvenes, sino solo realizar disparos al aire. Además, dijo que los estudiantes pretendían atacar el evento organizado por esposa, la noche del 26 de septiembre.

La búsqueda de los 43 normalistas de Ayotzinapa inició el 29 de septiembre, estudiantes y familiares participaron activamente en la misma y estuvieron bajo el resguardo de organismos de seguridad del Estado. El operativo se centró en buscar cuerpos en posibles fosas comunes.

Unos días más tarde, el 4 de octubre, se informó el hallazgo de una fosa con 28 cadáveres, que en un principio se pensó que pertenecían a los estudiantes desaparecidos, pero análisis forenses posteriores determinaron que los restos no correspondían con los jóvenes.

El 6 de octubre, Enrique Peña Nieto, quien para el momento era el presidente de México, habló de manera pública sobre el caso Iguala por primera vez, y prometió castigar a los responsables. Dos días después, fueron arrestados Osvaldo y Miguel Ángel Ríos Sánchez. Los hermanos confesaron su participación en la desaparición de los 43 normalistas, y aseguraron que habían actuado bajo las órdenes de Ángel Casarrubias Salgado, líder del cártel Guerreros Unidos.

Posteriormente, el procurador general, Jesús Murillo Karam explicó que presuntamente los miembros de la policía municipal de Iguala entregaron a los 43 normalistas desaparecidos o funcionarios policiales del municipio de Cocula, quienes a su vez los pusieron en manos del cártel de los Guerreros Unidos

43 desaparecidos Ayotzinapa: lo que presuntamente pasó con los estudiantes

Según declaraciones de los hermanos Ríos, presuntamente Ángel Casarrubias dio la orden de asesinar a los 43 de Ayotzinapa porque creía que eran infiltrados del cartel de Los Rojos. Otros miembros de Guerreros Unidos, que fueron capturados posteriormente, contaron que los jóvenes fueron trasladados hasta el basurero de Cocula en dos camionetas, pero cuando llegaron al lugar 15 habían muerto asfixiados, debido al hacinamiento.

Tras bajar a los sobrevivientes, los interrogaron para determinar su nexo con el cartel de Los Rojos y luego fueron ajusticiados de un disparo en la nuca. Tras esto, los cadáveres se arrojaron a la parte más profunda del basurero y se les prendió fuego. Los criminales supuestamente mantuvieron las llamas ardiendo por horas y luego recogieron los restos y trituraron los huesos, para luego arrojarlos en bolsas plásticas al río San Juan.

Ayotzinapa 43: estudiantes desaparecidos y últimas revelaciones sobre el caso

El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), un panel designado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, para la investigación del caso Ayotzinapa del 2014, no pudo determinar qué fue lo que ocurrió realmente.

Los investigadores explicaron en diversos informes que tuvieron que enfrentarse a muchos obstáculos por partes de las autoridades para llevar a cabo un proceso exhaustivo de investigación de los hechos el 26 de septiembre en Ayotzinapa.

En los diversos informes que presentaron determinaron que había suficiente evidencia para sugerir que los cuerpos de seguridad mexicana, a nivel federal y local, colaboraron en desaparición forzada de iguala de 2014. A pesar de que el número de desaparecidos fue de 43 personas, solo se ha podido identificar formalmente a tres de los jóvenes.

Ante la declaración del expresidente Enrique Peña Nieto, donde señaló que los estudiantes en Ayotzinapa fueron secuestrados por un grupo de policías corruptos que estaban relacionados con una banda de narcotraficantes y que estos fueron los que mataron y quemaron los cuerpos de las víctimas, el GIEI dijo que esa historia carecía de sentido.

De acuerdo a la investigación del grupo interdisciplinario, tanto la policía, como el ejército, los organismos de inteligencia y marina, conocían perfectamente, minuto a minuto, en dónde se encontraban los estudiantes.

En uno de los informes de la desaparición de los 43 normalistas, se mostró que un registro de 500 llamadas sobre el incidente en un centro de vigilancia de gobierno, específicamente en las horas cruciales del suceso.

Asimismo, el GIEI reveló que el ejército y la marina, llevaron a cabo operaciones secretas que no fueron reportadas y manipularon información que era importante en el caso de la desaparición de la Escuela Normal Rural. También se supo que los soldados que declararon que estaban en sus cuarteles cuando ocurrió la masacre de Ayotzinapa, fueron vinculados con los sitios en donde trasladaron a los estudiantes.

Por otra parte, se tiene que, en los testimonios del ejército y la marina, se dice que estos organismos habían arrestado a cinco presuntos sospechosos, pero en realidad se pensaban que esas personas estaban desaparecidas.

Otras de las discrepancias que halló el GIEI sobre el caso de la masacre de estudiantes, estuvo relacionada con los informes del ejército sobre el hallazgo de cadáver de Julio César Mondragón, uno de los chicos que murió el día del incidente. Estos alegaron que las diferencias eran un error involuntario.

Las fuerzas armadas negaron tener información sobre el caso y tampoco hicieron comentarios rápidos acercas de los hallazgos. El grupo interdisciplinario acusó a los militares de obstrucción a la justicia. Aseguraron que siempre les mintieron y ocultaron la verdad. Por eso decidieron retirarse y no continuar con el caso de Ayotzinapa en México.

Todo sobre el caso: la respuesta de Andrés Manuel López Obrador

De igual forma, se conoció que el presidente Andrés Manuel López Obrador, sí continuaría con el proceso de investigación sobre desaparición de los estudiantes en México, a pesar de que GIEI, concluyó con su tarea. Y por eso creó una comisión de la verdad.

López Obrador explicó que 120 y 130 personas fueron arrestadas por estar implicadas en el caso. La detención incluye a altos funcionarios y a civiles. Uno de los policías investigados por el hecho, fue Omar García Harfuch, a quien se le acusó de estar en las reuniones que organizó Tomás Zerón, quien es uno de los prófugos de la justicia, luego de la desaparición de los chicos. 

Harfuch dio a conocer en sus redes sociales que, desde el 6 de septiembre de 2014, fue nombrado comisionado de la nueva división de Gendarmería de la Policía Federal en Michoacán y que luego fue trasladado a Iguala junto a gente de la división. Por eso acudió a las reuniones, pero aseguró que no participó en la toma de decisiones.

Investigación de los medios de comunicación sobre México y la masacre del 2014

Anabel Hernández, periodista mexicana, especializada en el área de investigación, reseñó que los autobuses que estuvieron implicados en el caso, contenían heroína. Por ese motivo, los delincuentes le ordenaron al Batallón de Infantería interceptar las unidades para recuperar el cargamento. Desafortunadamente, todo se salió de control y los estudiantes fueron asesinados. Hernández también aseguró que hay evidencias que comprueban que los militares se negaron a ayudar a los estudiantes, a pesar de que estaban en peligro.

Por otra parte, se tiene que El New York publicó, en septiembre de 2023, un reportaje donde se analizaron 23 mil mensajes de texto entre la policía, el ejército y los grupos criminales, que fueron interceptados por la Administración y Control de Drogas (DEA). La investigación reveló que cuerpos de seguridad mexicana siempre tuvieron conocimiento de matanza de Ayotzinapa, pero no actuaron en defensa de los jóvenes, porque estaban controlados por el cartel de Guerreros Unidos.

La mayoría de las investigaciones sobre el caso de los 43 de Ayotzinapa, señala que las autoridades estuvieron implicadas en la desaparición y asesinato de los jóvenes.  En esta masacre no solo resultaron afectados los 43 estudiantes de Ayotzinapa, sino también un equipo de fútbol que se trasladaban en un autobús en el momento que ocurrieron los hechos.

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