A continuación, se encuentra un listado con los, considerados por este medio, mayores ladrones de la historia, personajes cuyos golpes delictivos marcaron al mundo para siempre, cada uno a su manera; ladrones famosos cuyas historias harían a cualquiera cuestionarse la realidad.
Los ladrones del Banco Central de Fortaleza
Aunque esta es una lista que va de ladrones famosos, no hay razón para no incluir a bandas criminales, mucho menos cuando se trata de la banda que organizó el asalto al banco central de Brasil, considerado el segundo robo patrimonial más grande de la historia.
La banda, conformada por ladrones profesionales, ingenieros, contratistas de maquinaria pesada y expertos en seguridad bancaria, alquilaron una propiedad a 80 metros de Banco Central de La Fortaleza durante el mes de mayo del 2005 y cavaron un túnel perfectamente diseñado para sortear las transitadas calles del centro y dar su golpe maestro a la bóveda.
Para cubrir su obra, abrieron una falsa agencia de césped artificial, con la que lograron justificar la constante extracción de tierra del lugar.
El golpe se dio el 6 de agosto del 2005. Nadie se percató de que los 3.500 kilos en billetes habían desaparecido (más de € 59 millones para la fecha) hasta el lunes 8 de agosto.
Más de 3 años de investigación y 130 imputados por lavado de dinero fueron necesarios para dar con Antônio Jussivan Alves dos Santos, líder criminal de la banda.
Al cierre de su historia, a este grupo se le conocería como el equipo más ladrón de la historia de Brasil.
Valerio Viccei
Valerio Viccei nació en Italia, hijo de un abogado de renombre y de una mujer acomodada, dueña de una boutique; no pasó penurias en su infancia ni tenía historia triste alguna que acreditara su futura vida delictiva como famoso atracador, más allá de su obsesión por la película de Scarface, dicho por él mismo en su autobiografía, una de sus mayores inspiraciones en la vida.
Luego de una adolescencia rebelde ligada a varios grupos políticos extremistas y más de 50 robos considerables a sus espaldas, se muda a Londres.
En su afán por ser un Play boy de la época, vestir lujos y vivir a lo grande como su ídolo criminal, planeó el golpe por el que sería por siempre recordado.
El 2 de julio de 1987, Viccei y un compañero entraron al Centro de Depósitos de Seguridad de Knightsbrigde, alegando su deseo de contratar una caja de seguridad en uno de los depósitos para adinerados más grande del Reino Unido. Una vez dentro del sótano, sometió al gerente y a los guardias con ayuda de su armamento.
Luego de colocar el letrero de “cerrado” y dejar entrar al resto de su pequeño grupo criminal, abrieron las cajas fuertes y robaron cerca de 55 millones de libras en joyas. El robo del siglo.
Las huellas de Viccei serían encontradas en la escena y pese a haber escapado a Sudamérica luego del golpe, fue atrapado cuando intentó regresar de “incógnito” al Reino Unido en busca de su auto favorito.
Juan José Laginestra, uno de los ladrones famosos de Latinoamérica
Juan José Laginestra es un famoso ladrón argentino de entre 1959 y 1987, reconocido por su gran habilidad para el atraco y el escapismo, habilidad que le valió para zafarse de la prisión en más de una ocasión.
Este famoso gatillero y ladrón latinoamericano inició su carrera delictiva los 23 años de edad y fue rápidamente escalando entre bandas criminales de la época en Buenos Aires.
Luego de centenares de robos y conflictos armados en los que participó, fue atrapado después de su gran golpe al Banco del Rosario, en donde robó más de $ 30 millones.
Fue capturado rápidamente. Nunca confesó la ubicación del dinero, lo que terminó por crear toda una leyenda al respecto.
Se fugó de prisión al poco tiempo y logró concretar varios atracos menores y dos grandes golpes bancarios más. Es atrapado y se fuga de prisión al menos unas tres veces más.
Entre las curiosidades más grandes de este personaje y sus famosos ladrones de bancos, destacaba su modus operandi, que consistía en atracos a mano armada, donde las víctimas enfatizaban su marcada educación y amabilidad, para luego verlos desaparecer sin dejar rastro.
Resultó ser que, en su última captura, se supo que este ladrón argentino famoso tenía un camión de trasporte industrial modificado, cuya cisterna, en lugar de portar líquidos, tenía toda una central operativa con camas y provisiones para cinco personas, lo que les permitía viajar por todo el país entre cada robo.
Vincenzo Peruggia, uno de los mayores ladrones de la historia
Vincenzo Peruggia, nació en Dumenza, Italia en 1881, con un historial relativamente limpio de trabajador honrado, pintor en sus tiempos libres y gran admirador del arte.
Nadie pensaría que detrás de su fachada de conserje anegado se encontraría una relajada mente criminal capaz de concebir y ejecutar lo imposible: robarse la Mona Lisa. Algo que, cabe mencionar, consiguió con absurda facilidad.
Un par de semanas después de haber sido despedido del lugar, Peruggia regresó al Museo del Louvre vestido con su característica bata blanca de mantenimiento.
Este atuendo le hizo invisible a los ojos de los demás empleados aquel lunes 21 de agosto de 1911. Así fue como simplemente caminando, entró en la exhibición, desmontó el cuadro, lo sacó de su marco, lo empacó adecuadamente y lo metió debajo de su bata blanca, para salir, como si nada, por la puerta principal.
El robo de la Mona Lisa fue un escándalo que llegó a encabezar los periódicos del mundo y le dio al cuadro su fama mundial. En medio de las investigaciones se llegó a culpar a Guillaume Apollinaire y a Pablo Picasso.
No fue hasta casi tres años más tarde que Peruggia fuera delatado y apresado luego de intentar venderle el cuadro a la Galleria degli Uffizi.
En su defensa alegó que solo quería devolver el cuadro a su verdadera patria, Italia, por lo que se le consideró un héroe. Al final solo cumplió 7 meses de cárcel por el único robo que lo condecoraría como el ladrón de arte más famoso de la historia.
Albert Spaggiari, un ladrón francés famoso muy audaz
Albert Spaggiari fue un joven problemático desde muy pequeño, acusado sin pruebas de muchos delitos, entre ellos, el robo de un modesto diamante para su novia, acusación que lo llevaría a escaparse y unirse a varias bandas extremistas que lo terminarían por condenar a la cárcel a temprana edad.
Habiendo pagado su condena y ahora regentando un pequeño estudio de fotografía en Niza, Francia, Spaggiari decidió que estaba demasiado aburrido.
Para cambiar su vida por completo ideó un absurdo plan: robar el banco más grande de Niza, la Société Générale, luego de enterarse de que las cloacas pasan muy cerca de la bóveda.
Tardó un año en encontrar al equipo ideal que le acompañara en su delirio y así fue como el 17 de julio de 1976 logró terminar el túnel para irrumpir en la bóveda.
La banda escapó sin hacer escándalos, aprovechándose de que era un fin de semana libre, escapando con joyas imposibles de rastrear y bonos valorados en más de $ 20 millones. Finalmente, fue identificado, lo que no importó, porque nunca lo atraparon.
Para muchos, este fue el mayor ladrón de la historia.
Victor Lustig, el hombre que vendió la Torre Eiffel
Victor Lustig es conocido como uno de los ladrones de cuello blanco más grandes del mundo, poseedor de una gran habilidad para las palabras y una elocuencia que le permitió vender la Torre Eiffel, dos veces.
Antes de su pico más alto de fama, realizó varias estafas y robos en París, en su mayoría relacionados con su famosa “máquina de hacer dinero”.
Esta «impresora», pre-cargada con algunos billetes reales, era presentada como un gran evento que prometía copiar billetes, aunque, según el estafador, tardaba cerca de 6 horas en sacar cada copia. Así, las víctimas compraban el aparato y luego de 12 h de «funcionamiento» descubrían que el cacharro solo sacaba billetes en blanco, después de haber pagado verdaderas fortunas.
La grandilocuencia de este ladrón lo llevaría a reunir en París a varios comerciantes de chatarra y haciéndose pasar como empleado del gobierno les habló de un plan secreto para vender la Torre Eiffel.
Los candidatos más desesperados pagaron licitaciones millonarias “bajo cuerda” para quedarse con el contrato, lo que, al final, resultó ser una estafa. Humillados, se cohibieron de reportar a la policía hasta que fue demasiado tarde.
Lustig siguió una vida de estafas, dando algunos que otros robos de guante blanco famosos, hasta que fue finalmente atrapado en Estados Unidos, gracias a que su novia le reportara a la policía, celosa de que le hubiera engañado con una antigua amante.
Stéphane Breitwieser, el mayor ladrón del mundo del arte
Si alguien se preguntara cuál fue el mayor robo de la historia del arte, habría que mencionar a Stéphane Breitwieser.
Este camarero es conocido por ser el ladrón de arte más prolífero y efectivo de toda la historia humana, luego de que robara 239 obras de arte en más de 170 museos en un único viaje que realizó por Europa.
Este ladrón lo hizo por motivos meramente pasionales, ya que quería las obras para crear una “colección personal” en su casa.
Amaba tanto las obras que podía recordar a cada una de las que robó, de memoria.
Su colección fue de valor incalculable, con varios cuadros que superaban los € 5 millones. Tristemente, luego de su arresto no se lograron recuperar todas las obras, que cabe mencionar este cuidó muy bien. En parte, porque su madre se deshizo de muchas de ellas al enterarse de que sería acusado por el robo de las mismas.
Leonardo Notarbartolo y el robo más grande de la historia
El “atraco del siglo” es la etiqueta que llevaría el robo de diamantes más grande de toda la historia, que supera con crecer a cualquier película de Hollywood. ¿El protagonista? Nada más y nada menos que el galante Leonardo Notarbartolo, líder de la banda conocida como “la Escuela de Turín”.
Este ladrón de diamantes, a lo Gaspar Lemarc, se hizo su fama en los bajos fondos luego de cientos de pequeños golpes.
Fue contratado finalmente para robar el Centro Mundial de Diamantes de Amberes (AWDC).
Esta tarea se consideraba imposible debido a la alta seguridad del centro, que incluía alarmas, sensores sísmicos, seguridad física, detectores de calor, detectores de movimiento y cualquier otro tipo de medidas de seguridad ideadas para la fecha.
Armado con 5 mentes criminales brillantes, cada uno en su especialidad, dieron el golpe el fin de semana del 15 de febrero del 2003, llevándose más de 100 millones de dólares en piedras imposibles de rastrear.
Los criminales eludieron toda la seguridad en un plan coordinado sin precedentes, pero finalmente, fueron atrapados por culpa de un sándwich a medio comer hallado en la zona que les facilitó el ADN de Leonardo.
Ladronas famosas: la Condesa de Monteil
Condesa de Monteil fue una de las figuras más influyente de la Riviera francesa y se encontró activa cerca de 1892, con una racha criminal impecable durante más de 16 años.
Los medios de la época la describían como una mujer de impactante belleza, ropa fina, un actuar elegante, una elocuencia capaz de engatusar al más erudito de los hombres y un nerviosismo frio a la hora de ejecutar impactantes robos sin ser detectada, desapareciendo sin dejar rastro.
Entre sus golpes destacan el robo de un collar de diamantes de más de un millón de dólares, pinturas irrepetibles y centenares de joyas. Muchos de sus atracos ocurrieron mientras las victimas dormían en su habitación de hotel.
Finalmente, la “reina de los ladrones”, quien para entonces ya había robado más que cualquiera de los hurtadores famosos de la historia, fue condenada a 10 años de trabajos forzados, saliendo en 1918 y desapareciendo en el anonimato, como si nunca hubiera existido…
Frank Abagnale Jr. el mejor ladrón del mundo
El caso de Frank Abagnale Jr. es uno de los más impactantes del mundo delictivo.
Este audaz y camaleónico ladrón y estafador de cuello blanco inspiró la película ‘Atrápame si puedes’ del gran Spielberg. El cual se inspiró en su autobiografía.
Este personaje logró falsificar todo tipo de identidades, llegando a vivir ilegalmente como piloto de aviones en Pan Am (incluso llegando a asistir en diversos vuelos), médico pediatra, abogado, banquero, policía, miembro del ejército y agente del servicio secreto.
Era un experto en la falsificación de documentos legales y cheques, de lo que llegó a vivir por mucho tiempo, además del ejercicio fallido de sus falsas profesiones.
Lo más sorprendente de todo es que, para entonces, Frank solo tenía 19 años y estuvo a punto de cumplir los 20 cuando fue atrapado, habiendo sustraído ya una cantidad equivalente a $4 millones.
Pese a ser uno de los más notables saqueadores famosos de Estados Unidos, el gobierno de le ofreció un trato para que ejerciera su condena como consultor en el departamento anti-fraude del estado, reconociendo su talento a tan temprana edad y viendo su potencial.
Posterior a su historia criminal, creó su propia compañía anti fraude y se volvió multimillonario, creando algunos de los cheques y sistemas de seguridad más avanzados de la historia financiera.
Bonus: Dionisio Rodríguez Martín, el rey de los atracadores famosos españoles
Si bien no destaca como el ladrón más famoso del mundo, sí que encabeza la lista de atracadores españoles famosos, por lo que vale la pena mencionarlo a modo de curiosidad.
El ‘Dioni’ dedicó su vida a la empresa de seguridad Candi, donde figuraba como guardaespaldas de seguridad de élite, pero, al regresar de sus vacaciones, se conseguiría con una degradación en su puesto, sin explicación ni contexto.
La frustración le llevaría a robarse un blindado con casi € 2 millones en pesetas que se encontraba a resguardo de la compañía en 1989. Se fugó rápidamente a Brasil donde intentó darse una vida de lujo, que terminaría ese mismo año tras la acción de la Policía de Brasil en conjunto con las agencias españolas. Terminando así la historia del mayor atracador de España.
Hasta aquí la lista de ladrones famosos más impactantes de todos los tiempos. Tal como se prometió, cada uno de ellos tenía su propio matiz, su propio arte y su propio ingenio para hacer lo que se consideraba imposible, reformando para siempre a la industria de seguridad en sus respectivos ámbitos. Si se reflexiona debidamente, resulta curioso saber cómo muchos de mayores ladrones de la historia ni siquiera fueron atrapados o terminaron, paradójicamente, trabajando para el lado opuesto de la justicia.